Soluciones de calefacción y refrigeración urbanas

Los sistemas de calefacción urbana son independientes de las fuentes y permiten el uso de múltiples fuentes de energía, a veces incluso en la misma red. Por lo tanto, la calefacción urbana aumenta la resiliencia del suministro de calor y, al mismo tiempo, crea la oportunidad para que propietarios de edificios, ayuntamientos, pueblos y ciudades reduzcan sus emisiones de carbono.

Ya no cabe duda de que la quema de combustibles fósiles y la consiguiente liberación de carbono a la atmósfera están calentando el planeta. Esta dependencia de los combustibles fósiles tiene que terminar.

La actual inestabilidad política y las volátiles condiciones comerciales de estos combustibles añaden énfasis al hecho de que necesitamos encontrar formas más limpias, inteligentes, sostenibles y asequibles de calefaccionar las viviendas y los edificios comerciales.

Durante décadas, las redes de calefacción urbana se han implementado con éxito en toda Europa y son un método probado para proporcionar calefacción a las propiedades y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de carbono.

Los siguientes gráficos muestran el creciente volumen de calor suministrado a los edificios a través de los sistemas de calefacción urbana suecos entre 1969 y 2015 por tipo de fuente de calor. El segundo gráfico muestra el cambio en el combustible de entrada durante ese aumento y detalla la gran reducción posterior de emisiones de CO2 durante ese tiempo, a pesar del aumento de la producción.

Actualmente, existe una variedad aún mayor de fuentes de energía renovables disponibles y el concepto de acoplamiento sectorial hace que la cantidad de energía disponible sea aún mayor. Pero, ¿cómo utilizamos las diversas opciones?


¡Los sistemas de calefacción urbana son el gran facilitador!

Los sistemas de calefacción urbana son independientes de las fuentes y permiten el uso de múltiples fuentes de energía, a veces incluso en la misma red. Por lo tanto, la calefacción urbana aumenta la resiliencia del suministro de calor y, al mismo tiempo, crea la oportunidad para que propietarios de edificios, ayuntamientos, pueblos y ciudades reduzcan sus emisiones de carbono.

Los sistemas de calefacción urbana son completamente independientes de las fuentes de energía y facilitan el uso de una variedad de fuentes de energía y la utilización del calor residual.
Facilitan también un cambio significativo en la reducción de las emisiones de carbono (en comparación con los sistemas de calefacción tradicionales como el gas o el petróleo), al tiempo que aumentan la resiliencia y la fiabilidad.
La calefacción urbana garantiza el futuro del suministro de calefacción y DHW y permite una rápida reducción de las emisiones de carbono para múltiples usuarios finales.
Eliminan la dependencia de los combustibles fósiles tradicionales y aumentan las fuentes de energía prácticas disponibles.
Reducen los picos y valles pronunciados de la demanda individual, lo que permite un mayor aprovechamiento renovable dentro del suministro de energía.
La calefacción urbana es la tecnología de entrada para el acoplamiento sectorial. Permite aprovechar el calor residual de diversas fuentes en la red de calefacción.
La calefacción urbana y la acumulación térmico van de la mano. La acumulación térmica permite un aprovechamiento aún mayor del calor residual y de las fuentes renovables a pesar de los cambios en el perfil de la demanda.

¿Qué hace que la calefacción urbana sea eficiente o ineficiente?

Como es de esperar, existen múltiples factores que afectan la eficiencia o ineficiencia de la red urbana. Cada problema generalmente se reduce a aumentar o disminuir el delta T de la red. Los deltas T pequeños equivalen a una red ineficiente, los deltas T grandes equivalen a una red eficiente. Cuanto mayor sea el delta T, menor será el caudal necesario para suministrar una determinada cantidad de energía. Normalmente, la temperatura de flujo será fija y, por lo tanto, el enfoque debe estar en reducir la temperatura de retorno, ya que esto aumentará el delta T.

En cada etapa del diseño, la instalación, la puesta en servicio y la operación, la atención debe centrarse en maximizar el delta T. Si el resultado de un cambio de diseño, cambio de sistema, etc. sería la reducción del delta T, se debería considerar esto con mucho cuidado antes de realizar el cambio.

También cabe señalar que reducir la temperatura de retorno permitirá que la mayoría de las fuentes renovables proporcionen una mayor parte de la producción total. Las bombas solares y de calor, por ejemplo, tendrán dificultades para aumentar la temperatura mucho más allá de los 55 °C (131 °F). Si el retorno de la red es de 55 °C (131 °F) o más, no pueden proporcionar energía al edificio. Algunas fuentes de calor de “grado superior” que producen temperaturas de salida más altas también pueden verse afectadas. La cogeneración (Combined Heat and Power, CHP), por ejemplo, tendrá dificultades para “deshacerse” de su calor y el motor puede apagarse independientemente de la demanda térmica o eléctrica del edificio.

Resumen de consideraciones de diseño para maximizar la eficiencia de la calefacción urbana:

Maximizar la delta T
Disminuir las temperaturas de retorno
Reducir el número de válvulas de derivación y sus caudales
Maximizar la ralentización de la bomba
Tener un control de la bomba preciso y sensible

Lograr un dimensionamiento preciso de la sala de máquinas

  • ¡No sobredimensionar las fuentes de energía!
  • ¡No sobredimensionar las bombas!
Maximizar la utilización del acumulador térmico
Garantizar la estratificación del acumulador térmico y controlar las fuentes de energía a través de la capa de estratificación.

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