Como es de esperar, existen múltiples factores que afectan la eficiencia o ineficiencia de la red urbana. Cada problema generalmente se reduce a aumentar o disminuir el delta T de la red. Los deltas T pequeños equivalen a una red ineficiente, los deltas T grandes equivalen a una red eficiente. Cuanto mayor sea el delta T, menor será el caudal necesario para suministrar una determinada cantidad de energía. Normalmente, la temperatura de flujo será fija y, por lo tanto, el enfoque debe estar en reducir la temperatura de retorno, ya que esto aumentará el delta T.
En cada etapa del diseño, la instalación, la puesta en servicio y la operación, la atención debe centrarse en maximizar el delta T. Si el resultado de un cambio de diseño, cambio de sistema, etc. sería la reducción del delta T, se debería considerar esto con mucho cuidado antes de realizar el cambio.
También cabe señalar que reducir la temperatura de retorno permitirá que la mayoría de las fuentes renovables proporcionen una mayor parte de la producción total. Las bombas solares y de calor, por ejemplo, tendrán dificultades para aumentar la temperatura mucho más allá de los 55 °C (131 °F). Si el retorno de la red es de 55 °C (131 °F) o más, no pueden proporcionar energía al edificio. Algunas fuentes de calor de “grado superior” que producen temperaturas de salida más altas también pueden verse afectadas. La cogeneración (Combined Heat and Power, CHP), por ejemplo, tendrá dificultades para “deshacerse” de su calor y el motor puede apagarse independientemente de la demanda térmica o eléctrica del edificio.
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